
Nuestra historia
Un día nos dimos cuenta que las cosas más pequeñas eran las más importantes, que no había nada comparable como ver una puesta de sol en la playa desde la cama, ducharse en plena naturaleza, dormir a los pies de un rio escuchando su murmullo o cocinar una pata de pulpo en lo alto del Peñagolosa.
Que al fin y al cabo ni el hotel más lujoso nos podía dar esto, que solo los que viajamos en furgo sabemos: LIBERTAD.